Veintidós años lleva el pueblecito ganadero de Wacken, Alemania, alojando en sus tierras al mayor festival del mundo. Y no lo decimos nosotros, lo avalan multitud de premios recibidos a lo largo de estos años.
La edición de este año se presentaba golosa, la despedida de JUDAS, concierto único de AVANTASIA y el aliciente de ver al zombie andante OZZY.
JUEVES 4 DE AGOSTO
Abrieron como viene siendo costumbre SKYLINE, banda en la que militó uno de los fundadores del festival y que contó con invitados de la talla de DORO y U.D.O. Durante la tarde pudimos asistir a la rueda de prensa que ofreció U.D.O. y preguntarle si se iba a retirar. Respuesta negativa y tajante del pequeño alemán y además comunicó que el año que viene cumple 60 años y 40 años en el mundo de la música, así que habrá sorpresas. Ya de nuevo en el campo de batalla, a la espera de que los germanos HELLOWEEN salieran a demostrar….nada y, nada es lo que recibimos. Con un comienzo ensombrecido por los problemas de sonido fue en el momento de descargar los clásico de la banda cuando la actuación se fue al carajo. Nada que destacar, ya ni siquiera levantan pasiones en su propia tierra. Nos quedamos con las ganas de ver sobre el escenario a Hansen y Kiske junto a sus excompañeros. Tras la pésima actuación de la banda llegaba el turno de BLIND GUARDIAN. La banda está pletórica y el repertorio de lo más variado consiguió que el abundante público corease sus temas acompañados por una increíble pirotecnia. Y llegó el momento de OZZY. Con el fiasco vivido semanas atrás en el ARF de Gazteiz, la noche se presentaba un tanto escéptica. Pero esta noche iba a ser diferente. Un Ozzy alegre y comunicativo puso patas arriba al respetable y demostró que aun puede sorprender a pesar de su edad. Mangueras de agua, espuma, saltitos e incluso “un calvo” sirvieron para amenizar la velada. Si no fuese por la impresionante banda que le acompaña la actuación habría sido un fiasco. Los solos de su nuevo guitarrista Gus G y sobre todo la de su batería Tommy Clufetos nos dejaron boquiabiertos.
VIERNES 5 DE AGOSTO
Con el cielo cubierto amanecía un nuevo día en el que JUDAS PRIEST daría uno de sus últimos conciertos. Con la amenaza de retirada hace unos meses se sacaron de la manga una gira por todo el planeta para despedirse. Unos días antes los habíamos visto en el BEC de Barakaldo junto a Saxon y Motörhead y la fiesta fue increíble. Quizás por eso la pobre actuación de la banda calase mucho más en nosotros. Y no fue la ausencia de K.K. Downing lo que supuso una espinita en nuestros corazones ya que su sustituto cumple de sobra y parece que les ha dado un poco más de vidilla, sino la desgana de Rob Halford que, a pesar de sus numerosos cambios de indumentaria, no supo estar a la altura de lo que el evento merecía. Como ya hiciera en el concierto de Bilbao, nos “regaló” un “Breaking the law” en versión karaoke, dirigiendo el micro al público para que cantase lo que él no iba a cantar. Tras hacernos sufrir con temas como “The Sentinel”, la cosa mejoró bastante a partir de “Painkiller” y no es de extrañar ya que tuvo todo un tema para poder descansar la voz. Terminaron como siempre, con moto encima del escenario y con clásicos como “Hell Bent for Leather”, “You’ve got another thing Coming” y “Living After Midnight”. Para ser un concierto de despedida cabría esperar algo más, algo especial. A destacar la quietud de la audiencia, que salvando las primeras filas, se mantuvo en un estado de tranquilidad pasmosa. Pero gracias a dios no todo fueron decepciones ese día. ENSIFERUM, con su folk/viking metal está consiguiendo ganarse el beneplácito de un número cada vez mayor de metaleros, y como pudimos presenciar hacía unos meses en su gira teloneando a Children Of Bodom, su descarga fue apoteósica. Y TRIVIUM, cuarteto de Florida cuya puesta en escena roza la perfección. Una actuación compacta, solida, brillante. Su vocalista y guitarra, Matt Heafy, dispone de una garganta privilegiada que emite sonidos guturales brutales a la par que melódicos, los cuales se compenetran a la perfección con los coros del bajista y del segundo guitarra. Ofrecieron un show sobresaliente. De lo mejor del festival sin lugar a dudas. No pudimos ver la totalidad de la descarga de HEAVEN SHALL BURN pero sí presenciamos cuando al finalizar sus sesenta minutos de show, su vocalista Marcus Bischoff, se lanzo al público e intentó hacer crowd surfing, pero la multitud lo engullo durante unos interminables segundos, antes de volver a aparecer sobre sus cabezas. Si hay algo que saltaba a la vista perfectamente era la predileción del publico germano por las bandas de su tierra, siendo la asistencia a Heaven Shall Burn bastante mayor a la de los norteamericanos Trivium.
Entre tanto tuvo lugar la rueda de prensa en la que se hizo público el ganador de la Metal Battle. Tras una presentación en la que el organizador del concurso internacional de bandas agradeció la numerosa participación y elogió la gran calidad de los músicos implicados, se anuncio que los vencedores de la edición 2011 eran los israelies HAMMERCULT, banda de trash metal que confeso llevar apenas ocho meses tocando juntos, y ser el de Wacken su décimo primer concierto. Una gran alegría para los israelies y una gran decepción para los demás grupos, entre los que se encontraban los representantes españoles, EXQUISITE PUS, que ofrecieron una contundente y muy bien ejecutada dosis de death metal.
Y para terminar la noche, los grandiosos australianos herederos del sonido AC/DC, AIRBOURNE. Ya son varias las veces que la banda descarga en Wacken y son sinónimo de espectáculo. Pura adrenalina, así podríamos resumir su actuación, con su cantante reventándose cervezas en su cabeza y subiendo a lo alto del escenario para ejecutar un solo. Estos australianos son un auténtico espectáculo.
Ese día nos perdimos a PRIMAL FEAR, SUICIDAL TENDENCIES, SODOM, KYUSS LIVES y muchos más.
SABADO 6 DE AGOSTO
Arrancábamos el último día del festival con CRASH DIET. La banda sueca de Sleaze ofreció un concierto enorme para los pocos que allí nos congregamos. Rock pegadizo, laca, crestas y cardados. ICED EARTH sufrieron algunos problemas de sonido que impidieron al buen Matt Barlow entregarnos lo mejor de su garganta. Una pena teniendo en cuenta que era su último concierto con la banda, y es que parece que no hay Wacken sin despedidas. A pesar de que durante toda su actuación el propio cantante y el líder de la banda apenas intercambiaron un par de miradas fue cuando Shaffer despidió a su hermano Barlow el momento más emotivo de su descarga. No pudimos ver toda la descarga de SEPULTURA pero si el momento en el que el señor Andreas Kisser metió la pata hasta el fondo al dedicar el tema Territory a sus hermanos de Sudamérica: Argentina, Perú, Colombia, País Vasco, Ecuador… Ahí queda eso, toda una lección de geografía pero que a los euskaldunes allí congregados no nos sentó tan mal.
El broche de oro de este día, y podría decirse que de todo el festival, lo puso Tobias Sammet con su proyecto AVANTASIA. Una espléndida puesta en escena con unos invitados de auténtico lujo: Sascha Paeth y Oliver Hartmann a las guitarras y coros, Miro Rodenberg a los teclados, Robert Hunecke al bajo, Felix Bohnke a la bateria, y en las voces, ni más ni menos que Jorn Lande, Michael Kiske, Bob Catley, Kai Hansen (que también se colgó una guitarra al hombro), Amanda Sommerville y el propio Sammet. Un elenco de estrellas que brillaron a la vez ante miles de bocas abiertas y ojos como platos. Una maravillosa visión la de Hansen y Kiske juntos sobre el escenario, abrazados y tocando de nuevo uno al lado del otro mostrando una complicidad que a más de uno nos llevó a imaginar una posible reunión de los clásico HELLOWEEN. Digno de elogio el gran trabajo de Tobias Sammet a la hora de conseguir motivar a algunos de los padres del metal de forma tan fascinante. Una pena que se tratase del único concierto de la “banda” en este año, y que, tal como anuncio su creador, se vaya a tomar un descanso que le permita centrarse en Edguy.
KREATOR, son una apuesta segura y esta vez no iba a ser menos. Un repertorio formado por temas de su último trabajo y clásicos aderezados con la luz roja que acostumbran en sus conciertos y la pantalla trasera. No solo el calor de la llamas calentó a sus seguidores. MOTORHEAD enganchan, y no importa que sus directos sean todos prácticamente iguales y que Lemmy sea una autentica momia sobre el escenario, su poder de congregación se sigue manteniendo intacto con el paso de los años. Cierto es que visto un concierto de Motorhead, vistos todos –a pesar de las variaciones que pueda haber en el repertorio-, pero las cabezas siguen meneándose una y otra vez al ritmo de “Killed By Death”.
Bajo una molesta lluvia cada vez mas copiosa, CHINDREN OF BODOM salieron a calentar el ambiente, pero lo único de calor que recibimos fue el de las llamaradas que salían del escenario, que por la cara de Alexi Laiho no eran en absoluto de su agrado. Una actuación fría, anodina y algo descoordinada que nos hacía pensar que los finlandeses ya no están tan motivados como en sus primeros años.
Y con esto cerramos Wacken 2011, festival que dejo patente la creciente tendencia germana hacia sonidos más extremos.
Hasta el año que viene.
Texto y fotos: Iñigo Malvido
WACKEN 2011 |
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