SLIPKNOT DONOSTIA 2002
Fecha: 8-II-2002. Lugar: Plaza de Toros Ilunbe, Donostia. Interpretes: E-Virus 69, American Head Charge, Slipknot. Asistencia: unas 6.000 personas.
La caprichosa diosa fortuna ha querido que el debut en Euskadi de los metaleros usamericanos Slipknot coincidiera en viernes de Carnaval. Mejor puntería no cabe. ¡Precisamente el grupo que debe gran parte de su fama a sus disfraces y mascaras, actuando en plenos Ihauteriak!.
La coincidencia posibilitó que parte del variopinto y numeroso publico (gran entrada, aunque sin llegar al lleno) se “solidarizara” con los protagonistas de la noche y acudiera disfrazado a Ilunbe, añadiendo un plus de color y fiesta a una cita que prometía sensaciones fuertes. Pero no tantas.
Slipknot pasaron por Donostia como un huracán. La sola presencia de los nueve músicos enmascarados impone lo suyo, pero es que además se comen el escenario. Saltan, agitan, provocan, atruenan y maldicen. Sin piedad. Unos auténticos animales. Como las siluetas de los satánicos carneros negros que sirven como decorado junto a los telones de fondo, que muestran desde el logo del grupo a algún símbolo demoniaco. Corey, el vocalista, dirige el rebaño a su antojo, hace que toda la plaza salte, pide que gritemos, que callemos o incluso logra que toda la peña del ruedo se agache. Al final aseguraría satisfecho que somos un público mucho más loco que el del día anterior en Madrid. Los dos chiflados percusionistas, situados a cada lado y en primera línea, más que tocar maltratan sus tambores. Se suben sobre ellos y hacen de equilibristas cuando son elevados o balanceados por sendas plataformas que además son también giratorias. Y cuando no aporrean, acompañan micro en mano al vocalista convirtiendo en un volcán el escenario. Puro espectáculo.
El show alcanzó el clímax con el solo del baterista Joey, devastador durante todo el concierto. La plataforma de la batería se elevó a las alturas, giró sobre si misma y terminó en posición ¡totalmente vertical! con el músico bocabajo y sin parar de tocar. Impresionante. El repertorio, sin concesiones. Metal extremo que juega con el aullido death, el hip hop y algún que otro coro melódico, como el de su hit Wait and Bleed, Left Behind o Spit it Out. El resto, hasta completar los 85 minutos de salvaje actuación, es una constante y aplastante tormenta sonora; People=Shit de salida, Surfacing, Disasterpiece, New Abortion, Sic, Eyel Ess o The Heretic Anthem, con sendos “666” iluminados y el respetable invocando el número de la bestia. Diabólico. A la salida pocos se acordaban del alto precio del ticket o del doblete de teloneros, los bizkaitarras E-Virus 69 y el septeto yanqui y visualmente muy espectacular American Head Charge. Doble propuesta de metal actual que no aportó demasiado.
Texto: Aitor Zubizarreta