Junto al gran Fortu, posiblemente el mejor frontman del rock duro estatal, el fino guitarrista Paco Laguna es el otro gran referente de los madrileños Obús. Hablamos con el hacha del cuarteto vallecano para saber más sobre esta nueva y esperadísima Gira 30 Aniversario, que este sábado trae a Obús a la sala Doka de Donostia. ¡Prepárate!
– ¿Cuándo os planteasteis montar esta gira de aniversario? No recuerdo gira por los 25 años.
Ya el año pasado empezamos a hablar sobre el tema, y la verdad que llevar en activo treinta años es una cifra alucinante que nunca pensamos alcanzar cuando empezamos en el 81. Y, este aniversario bien merece una gira que lo recuerde.
Efectivamente, no hubo gira 25 aniversario.
– ¿Qué pensáis cuando echáis la vista atrás? ¿Ha merecido la pena dedicar la vida al r´n´r?
Por supuesto que ha merecido la pena, y pensamos que hemos sido muy afortunados de poder dedicarnos a la pasión de nuestras vidas, que ha sido y sigue siendo la música.
-¿Os sentís suficientemente valorados por tantos años de pelea?
La valoración que más nos importa es la del público, y esa valoración positiva la seguimos teniendo cada vez que nos subimos a un escenario.
– La gira coincide con la entrega del Disco de Diamante. Un millón de copias vendidas. Hoy en día suena increíble.
Más que increíble, es ciencia ficción. Ahora mismo en lugar del disco de diamante nos darían el disco de hojalata. Y, aún así, sería demasiado. Realmente, el tema de ventas de discos está totalmente hundido.
– El negocio musical no tiene nada que ver con lo que era hace 30 años. ¿En que ha mejorado y en que ha empeorado?
Ha mejorado sobretodo a niveles técnicos y de producción, los medios de los que disponemos ahora no tienen nada que ver con los de los años 80. También en cuanto a oportunidades para los músicos de poder difundir su música un avance muy importante ha sido Internet. Para los músicos que llevamos tantos años, lo que nos ha perjudicado muchísimo es la disminución de ingresos, casi hasta desaparecer, de royalties y de autores; ingresos que en las épocas que no hacíamos conciertos nos ayudaban a seguir adelante. De todas formas, lo que no ha cambiado, y sigue siendo muy emocionante después de tanto tiempo, es ver el entusiasmo del público, en la mayoría de los casos muchísimo más jóvenes que nosotros, que nos hace sentir que seguimos todavía en los primeros 80.
– ¿Cómo recordáis los comienzos?
Los comienzos de Obús fueron alucinantes, porque pasamos en tan sólo seis meses de ser un grupo desconocido a estar número uno en las listas. Y en el primer año, hacer más de cien conciertos. Eran tiempos en los que vivíamos con mucha intensidad cada minuto del día. Y la realidad, como pasa en algunas ocasiones, superó a nuestros sueños.
– Al cumplir 30 años como banda algunos os tacharán de viejos. Pero a vosotros os debe de llenar de orgullo.
Por supuesto que nos llena de orgullo, ya sabemos que no somos chavales, pero más de una vez al bajar del escenario después de un concierto, también nos han llegado comentarios de que a cuántos grupos de gente mucho más joven, ya les gustaría tener la energía que seguimos teniendo nosotros. Y la verdad es que tanto física como mentalmente nos seguimos encontrando muy bien.
-Tras tantos años, ¿uno se pone nervioso antes de saltar a un escenario o eso está ya superado?
Siempre hay más o menos nervios antes de salir al escenario, y eso es bueno. Lo importante es controlar a esos nervios y que nunca te superen.
– Con los años se gana experiencia, pero la frescura cuesta mantenerla. ¿Cuál el formula para mantenerse vivo y en forma como grupo?
No hay ninguna fórmula especial, lo único que te hace mantenerte vivo como artista es seguir sintiendo pasión por la música, tener la necesidad de seguir haciendo canciones nuevas y sentir la energía que te inunda de pies a cabeza cada vez que te subes a un escenario.
-¿Os preocupa que llegue un momento en el que ya no podáis dar el máximo en escena? ¿Qué Obús pierda su prestigio?
Sabemos que es algo que llegará, y no nos preocupa. Lógicamente, no somos inmortales. Y cuando nosotros empecemos a sentir que no podemos seguir adelante, y que no podamos estar encima de un escenario con dignidad, entonces será el momento de dejarlo. No queremos acabar la historia de Obús arrastrándonos por los escenarios. Lo único que queremos es que ese momento tarde aún en llegar.
– ¿Lo mejor y lo peor de estas tres décadas?
Por supuesto lo mejor fue lo vivido en los años 80. Una explosión total de heavy metal, y de sueños realizados. Los 90 fueron duros, todo el mundo sabe que en cuanto a heavy metal, no fue una década favorable y hubo un declive a nivel mundial. A finales de esta década se empezó a recuperar y soplaron vientos mejores, poco a poco se empezaron a hacer más conciertos, y el futuro se presentaba con mejores perspectivas. Y esto se ha confirmado en estos últimos años. Aunque la venta de discos está hundida, la gente sí que acude a los festivales que han proliferado por todo el país; ya sean grandes o pequeños. En tantos años, tenemos una perspectiva del negocio muy distinta a la que teníamos cuando empezamos, todo este mundo nos parecía algo maravilloso y perfecto, poco a pocos nos dimos cuenta de que esto no era así, de que había muchos intereses en juego, y mucho juego sucio.
– Para muchos es una lastima que Obús no mantenga su formación original. ¿Ha habido alguna tentativa de reunión para esta gira tan especial?
La verdad es que no. No ha habido ninguna tentativa de reunir a la formación original. Ahora mismo el Obús de 2011 lo forman Fortu Sánchez y Paco Laguna.
Eso no quiere decir que en el futuro no podamos volver a tocar otra vez los cuatro juntos. Y entiendo perfectamente a muchos seguidores nuestros que les gustase ver otra vez a la banda con la formación original. A mí, personalmente, también me gustaría. Antes de que se acabase la banda sería algo especial, volver a tocar juntos.
– Resume en pocas palabras cada una de tres décadas de Obús;
– Los 80 fue el ‘Big Bang’ del heavy metal.
– En los 90 fue el enfriamiento y empezó a contraerse.
– Y en la década de los 2000 sino un nuevo ‘Big Bang’, sí que empezó de nuevo a calentarse, y volver a expandirse.
– La nueva gira. ¿Cómo os la planteáis en cuanto a repertorio?
Haremos un repaso a toda nuestra discografía en la que incluiremos nuestros grandes clásicos, y también canciones menos conocidas de los años 80, y por supuesto, canciones incluidas en nuestro último CD. Más de dos horas de show.
– Arrancáis en salas pequeñas. Con el calor de la gente. ¿Serán los conciertos más emocionantes quizás?
Siempre es emocionante tener a la gente a un metro de ti, sentir sus gritos, su calor (literalmente hablando). Realmente, es excitante, y siempre te recuerda a tus comienzos. Y nos viene muy bien para ponernos en forma, y continuar con los conciertos de verano ya en grandes recintos. De todas formas, siempre nos han gustado muchísimo los conciertos en salas, y serán conciertos que seguiremos haciendo.
– Segunda parada, Donostia. Una ciudad no muy habitual en vuestra trayectoria.
Es cierto, para ser una ciudad tan importante en cuanto a conciertos, no la hemos visitado con toda la frecuencia que nos hubiera gustado. Porque aparte de los conciertos, es una ciudad preciosa y se come de vicio. Sin embargo, el ir o no a una ciudad, no depende muchas veces de nosotros, sino de los promotores que se animen a llevarnos.
– 30 años. ¿Y ahora que? ¿Qué queda por hacer?
Quedan todavía por hacer muchas canciones, el pozo de la inspiración todavía no está seco. Y aunque parezca mentira, quedan muchas localidades por visitar. Otras ciudades en otros países en las que tenemos ganas de tocar, y lo más importante, la música sigue siendo lo que más nos divierte. Y ganas de divertirnos, todavía tenemos muchas.
Muchas gracias y felicidades. Zorionak!
Muchas gracias a ti, por darnos la oportunidad de contarte un montón de cosas.
