MAREA DONOSTIA 2007
Fecha: 11-V-2007. Lugar: Velódromo Antonio Elorza (Donostia). Interpretes: La Renga, Marea. Asistencia: unas 4.000 personas. Precio: 22 €.
Apenas unos meses después de que Fito&Fitipaldis se dieran un baño de multitudes en el velódromo, llegaba al recinto donostiarra otro grupo bien cercano, los navarros Marea. La entrada fue esta vez más discreta y quizá hubiera sido mejor reventar el polideportivo, pero reunir a 4.000 almas para un grupo que no suena en la radio ni sale en la tele es digno de señalar. En todo caso son el último grupo de masas (aunque La Fuga viene pisando fuerte) del llamado rock urbano y son precisamente uno de los iconos del genero, Extremoduro, una de sus mayores influencias, también en lo letrístico, aunque la poesía callejera de Kutxi Marea sea menos macarra que la de Robe Extremo.
El caso es que el quinteto de Berriozar ha crecido tanto en su segundo lustro de vida (cumplen una década en activo), que hasta llevan grupos guiris abriendo para ellos. Los argentinos La Renga son grandes en su país y perfectos desconocidos en el nuestro. Tuvieron una hora de actuación y su buen hacer, más el contagioso desparpajo de su bajista, consiguieron calentar ambiente y que el público siguiese con atención al trío, rockero y clásico, que puntualmente tenía el apoyo de un cuarto musico al saxo, armónica o coros. Aunque para apoyo el de unas docenas de compatriotas que les jalearon sin parar en las primeras filas, banderas albicelestes incluidas. Suponemos que también les vería el pibe de oro del Gipuzkoa Basket, Fede Kammerichs, que merodeaba por Anoeta poco antes del show.
Pero era la noche de Marea y el velódromo rugió cuando se apagaron las luces y el vocalista Kutxi Romero irrumpió en una moto de carreras tirando a vieja. ¿una broma quizás por las relucientes Harleys que han paseado en ese mismo escenario Manowar o Judas Priest? A primera vista el líder Kutxi esta en mejor forma pero no parece que vaya a ser nunca un gran frontman, asi que lo de llenar escenario es cosa del resto, sobre todo del bajista, El Piñas, un volcán sobre las tablas. Con Entre hormigones, tema que da inicio a su recién publicado quinto CD, arrancó el concierto, segundo del tour. Hubo repaso amplio al nuevo disco y fue precisamente con algunas nuevas canciones cuando más decayó el ambiente, aunque otras como Por cuatro perras, Petenera o Mierda y cuchara funcionan bien. El repertorio por lo demás acertó de pleno, en vista del karaoke colectivo en el que convirtieron Anoeta con Duerme conmigo, Con la camisa rota, Manuela canta saetas, Romance de José Etxailarena o Que se joda el viento. A mitad de concierto, sorpresa, Kutxi se tomó un descanso y el micro fue por cuatro temas para El Piñas, que canta también con garganta rota, endurece la propuesta y lo borda en El rastro o Alfileres. Con el regreso del poeta Kutxi siguió la juerga hasta llegar al momento más intimista del concierto con el letrista y un técnico del grupo empuñando las acústicas y el batería Alén, que recientemente ha perdido a su compañera sentimental en accidente de trafico, al cajón flamenco, para entonar la muy sentida Los mismos clavos. La vida sigue y Marea echó el resto: En tu agujero, “dedicada al Robe, Fito y al Uoho”, la muy Extremoduro A caballo y Como los trileros, con Kutxi cantando junto a su hermano Martín en un desenfreno festivo que acabo con los Romero descamisados. Para el bis, dos valores seguros; El perro verde y su himno con mayúsculas, Marea. Hasta la próxima, compadres.
Texto: AITOR ZUBIZARRETA