Leo Jiménez. CD «Animal Solitario» (2013, Warner)
Solo estamos a comienzos de febrero, pero cuando acabe este 2013, a buen seguro “Animal solitario” (Warner Music) figurará entre lo mejor del año en la mayoría de listados y balances anuales en cuanto a heavy metal nacional se refiere. Acuérdense de esto dentro de 11 o 12 meses.
Leo Jiménez acaba de publicar uno de esos discos rotundos, definitorios, impecables de principio a fin. Diez canciones redondas, sin relleno. Un trabajo que confirma lo que ya sabíamos, que Leo canta a un nivel estratosférico (así de acertadamente le definió en entrevista a esta web Oscar de Lujuria hace un par de meses), pero también que Mr Jiménez es un compositor con tanto talento como Messi con un balón.
Aquí, en este disco que podríamos considerar como el primero realmente suyo (compone 9 de las 10 canciones que integran al álbum), el de Fuenlabrada se reafirma, y de qué manera, como autor de canciones y de emociones. Y en”Animal” las hay de todos los colores. Como en esa portada que va del lado humano al más salvaje, aquí encontraremos en lo letristico, vocal y musical, tralla, rabia, adrenalina, sentimiento y dulzura, sin que el invento chirríe nunca. Grandes canciones y una producción poderosa.
Arranca el CD con “Declaración de intenciones”, que así se titula la intro que le da inicio, un riff metal, una batería desbordante de Carlos Expósito y a volar con tres cañonazos más en un inicio bestial; “Desde niño” y “Tu destino”, ya adelantadas como single y video y que aquí, sobre todo la primera, parecen sonar incluso con más fuerza, entran a cuchillo. Entre medias, otro single en potencia en “Misantropía”, con un solazo de guitarra, uno más, de Antonio Pino.
Tras un inicio demoledor de intro y tres temas, “Del amor al odio” relaja el ambiente, con un tema que va creciendo según avanza para acabar con Leo desgañitándose en un final de traca, marca de la casa. “Tu triste soledad”, con acústica inicial, es otro medio tiempo, pegadizo y más directo.
La brutalidad heavy y gutural unen fuerzas en “No hay más canciones para ti”, que nos recuerda a cuando hace 20 años Halford dejó a sus Priest y arrolló con aquel debut huracanado de Fight. Clásico y devastador. Para Leo, una especie de “Fuerza y honor”.
“Corazón salvaje” es otro viaje diferente, esta vez al hard más ochentero, tema más sencillo y básico, quizás menos brillante, pero con un punto divertido y de directo. Uno no hace daño.
El álbum acaba con sentimiento; “Que tendrás” es un tema en el que la voz de Leo brilla sobremanera y el cierre “Vuela alto” transmite elegancia y buen gusto en cada acorde, en cada nota.
Si había dudas respecto al camino que podía seguir Leo Jiménez en solitario, “Animal solitario” las disipa de una manera incontestable.
Un sopapo de heavy metal en toda la cara. Menudo disco. Grande Leo.
Texto: Aitor Zubizarreta
httpv://youtu.be/v-xKATIBoPY