La formación original de Lagartija Nick vuelve a los escenarios después de 6 años con nuevo disco y gira de presentación
DONOSTIA
KUTXA KULTUR KLUBA – TABAKALERA
URTARRILAK 26 ENERO, 20:00
Sarrerak/ Entradas: www.kutxasarrerak.net
En 1992 dan el salto de una discográfica independiente a una multinacional —vaivén habitual en su singladura— y lanzan Inercia, obra cumbre de los granadinos, ya con un sonido poderoso y un ramillete de clásicos inmediatos (Nuevo Harlem, Universal,Satélite…). Un discurso adictivo e inquietante. En su miscelánea caben la obsesión por la astronáutica, la máquina de escribir de Dylan, la psicodelia ácida y el consumismo visto en collage, como en la Generación Beat. La sónica se oscurece en Su (1995). Persiguen a Enrique Morente por las calles del Sacromonte y el Albaicín. El resultado del encuentro trasciende al cantaor flamenco y a los rockeros: Omega(1996). Federico García Lorca y Leonard Cohen, hermanados por los más inquietos y resbaladizos de Granada. Se cerraba un círculo. Nacía algo nuevo. Un antes y un después. El revolucionario trabajo con Morente le cambia la vida a Antonio.
Cuando todo el mundo está pendiente de Lagartija Nick, la banda se transforma, huye de la zona de confort y sale por la tangente con un álbum kamikaze: Val del Omar(1998). Arias, muy dado a entregarse a sus maestros hasta las últimas consecuencias, descubre en José Val del Omar —inventor, pionero tecnológico, cineasta y poeta— a su padre artístico. Y aplica a la música de Lagartija planteamientos rompedores: la diafonía, la mecánica mística. Rock industrial circunscrito a una espiritualidad repetitiva. Se fueron de Joey Division a Esplendor Geométrico. Esta etapa negra tiene secuelas: Lagartija Nick (1999) y Ulterior (2001).
El grupo se recompone en 2004. Eric vuelve a la batería. Víctor Lapido encaja su guitarra en el proyecto. Y Arias muestra todo lo aprendido en el camino en un título autoeditado, el estupendo Lo imprevisto. Además, es el momento en el que dirige el homenaje a Los Ángeles, cuyo sentido del pop cala de manera notable en su percepción musical. Unos Lagartija triunfales sacan El shock de Leia (2007), con la memorable participación de Honest John Plain, leyenda del punk británico, y aportaciones de Jesús Arias. La racha sigue en Larga duración (2009) y Zona de conflicto (2011). Por el camino, vuelven a tocar Omega con Morente y disfrutan del reconocimiento de su valioso legado anterior. Incluso les solicitan para escenificar Val del Omar en el Museo Reina Sofía, donde al fin crítica y público entienden su propuesta avanzada: sonido diafónico, desbordamiento de las imágenes, noise rock y trance para invocar las ensoñaciones místicas y tecnológicas del autor de Fuego en Castilla. En 2012 ocurre un giro: la formación original de Lagartija Nick, con Juan Codorníu y M.A.R. Pareja, rescata en directo Hipnosis, el disco que supuso el punto de partida de todo. Los integrantes suenan más proteicos y sabios que nunca. Y hasta hoy.