Texto: Marijo Luna y Leo Luna
Fotos: Iñigo Malvido
Arrancamos el último día del festival con el stoner de High on Fire. Los americanos no son unos desconocidos para el festival y dado el éxito que tuvieron en la edición del 2022 que reventaron el Valley, nos pareció muy acertado el cambio de escenario al Mainstage1. Arrancaron con Karanlık Yol seguida por Burning Down. Destacaría Fertile Green y Rumors of War. Sin pausa casi ni para respirar y teniendo en cuenta que justo estábamos con el croissant fue una buena manera de despertarnos.
Pasamos al que iba a ser el escenario por excelencia ese día el Altar para ver a los canadienses Brand of Sacrifice, a quienes ya vimos en la anterior edición del festival Brutal Assault. Si no les has visto y eres de los que vibras con este género te los recomiendo ya que vas a alucinar con su deathcore. Sonaron los trallazos Demon King, Exodus y Millennium entre otros. Se sucedieron los Circle Pits y los surfers llegando al escenario dieron mucho trabajo al personal de seguridad. Al teclados que estaba en la parte izquierda del escenario le tenían haciendo doblete ya que iba corriendo a la zona de la derecha, donde había un par de bombos que aporreaba con todas sus fuerzas. Resultó que era el cumpleaños del guitarrista Liam Beeson y Kyle Anderson frontman de la banda nos invitó a cantar Happy Birthday, cosa que por supuesto hicimos. Espero que vuelvan en otra franja horaria para disfrutar más de 40 min de su energía arrolladora.
Después de tanta tralla había que descansar y decidimos hacerlo viendo en la carpa hermana a los alemanes Thron y su black metal oscuro. Qué mejor manera de contrarrestar el sol abrasador que caía en Clisson a las 13:35h. Salieron todos con la cara pintada como mandan los cánones del black metal. El doble bombo de la Tama sonó brutal y el público se entregó totalmente a la banda.
Se cayeron del cartel los alemanes Caliban, una pena. Fueron sustituidos por los franceses Karras que practican grindcore con toques punk/crush. El trío tiene en su formación a Yann Heurtaux guitarrista de Mass Hysteria que son dioses en Francia con permiso de Gojira. Por lo tanto había mucha gente en el Altar que quería verles. Escuchamos un par de temas que nos dejaron frías.
De nuevo en el Temple ya que tocaban los griegos Yoth Ira con 2 ex-componentes de Rotting Christ, referentes del black metal en Grecia. El sonido “rascaba” bastante sobre todo en las 2 últimas canciones. Tienen a dos cantantes, uno de ellos se metió varias veces a cantar entre el público y como apunte, este último estaba un poco “pasado” de algo y cuando terminaron el concierto casi ni se saca la foto del grupo porque iba a su bola y tardó bastante en marcharse del escenario, tanto que casi le tienen que obligar a irse.
Rápidamente pasamos al Altar para ver a otro grupo que conocimos en el Brutal, Shadow of Intent. Los de Connecticut con Ben Duerr como frontman no dan tregua con su deathcore perfectamente estructurado y equilibrado. Arrancaron con Blood in the Sands of Time, siguieron con Gravesinger, Fying The Black Flag, la preciosa, sí preciosa The Migrant, Barren and Breathless Macrocosm, The Heretic Prevails, Embracing Nocturnal Damnation, From Ruin…We Rise y terminaron con Malediction. Explosivo ¡pura furia sin adulterar!
Seguimos en el Temple para ver a los belgas Wiegedood. Su black atmosférico con partes en las que la música era la única protagonista no desagradaron al público que seguía atentamente lo que sucedía en el escenario.
Volvimos al Altar -ya avisé que iba a ser día de esta carpa- para ver a The Black Dahlia Murder y disfrutar del death metal de los americanos. Desde 2022 con la muerte del vocalista Trevor Strnad, es Brian Eschach quien se encarga de la parte vocal, dejando su rol como guitarra rítmico. No dieron tregua a los machacados cuellos. Hubo muchos Circle Pits con un público joven que todavía tenía energía para seguir.
Corey Taylor en solitario actuaba en el Mainstage2 y como me producía mucha curiosidad, allí nos acercamos. El set se basó en todas las etapas de su carrera. De CMFT: Beyond, Post Traumatic Blues, We Are the Rest, Black Eyes Blue y Home – dedicada en directo a su mujer y expresando delante del público su amor incondicional-. De Slipknot: Before I Forget, Duality y Snuff y de Stone Sour: mi favorita de todas sus etapas Made of Scars, Song #3 y Through Glass. Tiene tablas para aburrir y dejó a todos los fans contentos.
Volvimos al Altar para un ratito de intensidad de brutal death con Suffocation. También les hemos visto unas cuantas veces pero es de ésas bandas que si tienes la oportunidad de verlas, tienes que hacerlo sí o sí. Con un sonido potente y sólido destacaron Seraphim Enslavemnt, Thrones of Bood, Pierced From Within y Catatonia entre otras. Entre el público había un niño de unos 9 años que se acercó surfeando al escenario en un par de ocasiones provocando la sonrisa del vocalista. Gran trabajo también el que hicieron los de seguridad ya que no paraban de llegar surfistas al escenario.
En esta edición no había tenido la oportunidad de ver a ningún grupo punk, no porque no tocara ninguno sino porque se solapaban con otros estilos que me interesaban más. Sin embargo a los Offspring no me los podía perder ya que actuaban en el Mainstage2. Arrancaron con uno de sus temas más conocidos Come Out and Play, siguieron con uno de sus himnos All I Want, Want You Bad, Staring at the Sun, realizaron un guiño a Ramones con Blitzkrieg Bop. No podía faltar Why Don’t You Get a Job?, también tocaron la buenísima Bad Habit, turno para otro himno Pretty Fly (for a White Guy), The Kids Aren’t Alright para terminar con Self Esteem. Muchísima gente haciendo Circle Pits no solo en la parte más cercana al escenario sino por todo el recinto. Fue un no para de corear todos los himnos y retrotraernos a nuestra más tierna juventud. Como “pero” pondría el de siempre que especialmente se da con los americanos, hablan demasiado.
I am Morbid tocaban en el Altar y allí nos fuimos directas, evitando a la masa que esperaba a los Foo Fighters. Empezaron con Immortal Rites y destacaron Blessed Are the Sick, Pain Divine y Where the Slime Live. La batería sonó brutal así como la voz de Steve Tucker. Este último presentó a los miembros de la banda, algo que no suele ser habitual en los festivales.
Para terminar decidimos que algo de black metal melódico era perfecto por lo que pasamos al Temple para ver a uno de los grandes del género como son Dimmu Borgir. Reconozco que soy fan total de la época en la que los títulos de sus discos tenían 3 palabras. Arrancaron con Raabjørn speiler draugheimens skodde, destacando Progenies of the Great Apocalypse y Spellbound (by the Devil). Terminaron con Mourning Palace de su álbum con 3 palabras Enthrone Darkness Triumphant. Muchísima gente disfrutó de lo que fue el último concierto de esta edición
Y así terminó Hellfest 2024 donde la oportunidad de ver tantas bandas de estilos diferentes es tan increíble que hace que tengas todo el tiempo la sonrisa en la cara. Un festival que destaca por el buen sonido, la limpieza, la gran oferta culinaria -incluye variedad de puestos vegetarianos-, el buen rollito y la excelente organización sin apenas colas para para entrar al recinto, para pedir en las barras o para ir al servicio. Este año al coincidir con la Eurocopa en Alemania, los futboleros más acérrimos tuvieron la oportunidad de no perderse los partidos ya que se emitieron en una pantalla grande en la zona de paso al camping denominada Metal Corner, donde también todos los días había Metal Workout a las 10h para los que quisieran estirar y preparar el cuerpo para sobrellevar un largo día de metal. Generalmente no se suele hablar de un escenario más pequeño tipo gaztetxe denominado Hell Stage donde bandas emergentes (o no) hacen las delicias de quienes no están interesados en los grupos principales.
Mejor banda jueves: Ice Nine Kills
Mejor banda viernes: Machine Head
Mejor banda sábado: Kvelertak
Mejor banda domingo: Shadow of Intent
Mejor banda festival: Shadow of Intent
