HEAVY JAIA 2011

Fecha: 26 febrero 2011.  Lugar: Casa de Cultura de Larratxo, Donostia.  Cartel: Overload, Dawnmaster, Freedom Call.  Asistencia: Lleno. Precio: 13/16€

Nueve años de pelea acumula ya el Festival metálico de Donostia, que no es otro que la Heavy Jaia. Un certamen que en las últimas ediciones se ha acostumbrado a colgar el cartelito soñado por cualquier promotor, el de “Entradas agotadas”.

El sábado se repitió la historia, con todo el papel prácticamente vendido en la venta anticipada. Pese a ello, la sala de conciertos de la Casa de Cultura de Larratxo no vivió para nada un lleno agobiante. Los no muy apropiados accesos al recinto que se construyeron en su día no permiten, por medidas de seguridad, superar los 350 asistentes, aunque la sensación es que cabrían casi el doble. Entre ese handicap y su mala ubicación, muy lejos del centro de la ciudad y sin vida comercial alrededor, la sala está absolutamente desaprovechada. Una pena, porque el local es un lujo.

La formula para que la Heavy Jaia volviese a triunfar fue la misma que un año atrás; grupo internacional con recorrido (pero tampoco de primer nivel) como cabeza de cartel, y dos formaciones gipuzkoanas a modo de doble aperitivo.

Al final el cartel lo tenía todo: Musicalmente, estilos dispares como el hard rock, thrash y power metal. Grupos representando la cantera local. Y una banda sólida como banderín de enganche. La ecuación perfecta pero que no siempre se da en este tipo de Festis.

Abrieron fiesta los donostiarras Overload. El quinteto está ultimando el que será su primer trabajo discográfico y su concierto dejó buenas sensaciones; hard rock de corte heavy y muy americano, en sonido e imagen. Activos en escena y sin cortarse ni media, aprovecharon la oportunidad, sonaron frescos y resultaron entretenidos. Sendas versiones de Ozzy, Judas y Motley Crue calentaron el ambiente, pero también algunos temas propios lo consiguieron. Lógicamente, aún son poco conocidos y además tocaron a una hora demasiado temprana, pero no se amilanaron, lo que ya es un valor cuando se trata de grupos noveles.

Con Dawnmaster había ya una buena entrada y la audiencia siguió con atención, pero a cierta distancia, la descarga del cuarteto de Urnieta. Como Overload, son un grupo que está empezando, que ni siquiera ha grabado aún disco alguno, y se lo tuvieron que pelear para arrastrar a la gente. Lo hicieron a base de thrash y death melódico, que en algún corte puntual sonó mucho a Amon Amarth, especialmente algún arreglo de guitarra. Aunque a los que versionaron fue a Sepultura en su tema Refuse/Resist y, Su Ta Gar. A los segundos con un largo medley que arrasó. Otro buen concierto de un grupo al que seguir de cerca, que todavía busca su estilo propio y que el próximo 28 de mayo tendrá otra gran oportunidad abriendo para Angelus Apatrida en Donostia.

Tras el doblete telonero local, llegó el turno de Freedom Call, reclamo mayor de la noche. Con la baja del batería y miembro fundador Daniel Zimmermann, parece que centrado únicamente en Gamma Ray, el faro indiscutible de grupo es el guitarrista y cantante Chris Bay, un tipo que tiene imán en el escenario, que conecta con el respetable casi sin proponérselo. Unos cuantos guiños en euskera y su simpática naturalidad le bastaron y sobraron para meterse al público donostiarra en el bolsillo. Eso y un cancionero sin fisuras ni resquicio alguno para el aburrimiento. Freedom Call siguen fieles al power metal festivo, hímnico y melódico con el que se dieron a conocer hace más de una década. Desde entonces, el grupo no ha cambiado un ápice su filosofía, y enarbola, con orgullo, la bandera del happy metal (¿hay algún otro grupo que lo haga?). Asi que, definitivamente, lo de renegar de su pasado power metal no va con ellos. Aunque no evolucionen, mientras las canciones den la talla, el grupo tendrá sentido. Y las del último CD, tras algún bajón creativo, recuperan a los mejores Freedom. Con sonido notable y todavía más potente que los teloneros (todos los grupos no son iguales, pese al loable empeño de este Festival para que todos dispongan de buen equipo de sonido y luz), el cuarteto teutón se ventiló hora y tres cuartos de show en un abrir y cerrar de ojos, señal inequívoca de que el bolo fluyó ágil y dinámico. Desde el inicio We are one, al agur con el tema que les da nombre, los Call no bajaron el pistón, ni con nuevo material (Thunder God, Tears of Babylon, Out of the Ruins, Merlin, A Perfect Day), ni por supuesto con repertorio más añejo (Metal Invasion, The Quest, Warriors, Land of Light,…). Salvo un solo del nuevo batería, ex Primal Fear, Klaus Sperling, no hubo tregua, y Freedom Call brillaron en lo que saben hacer, melodías, coros a mansalva y estribillos con los que cautivar a los fans.

Y quedaba un último detalle para corroborar los buenos tíos que son. La Heavy Jaia se clausuró un año más con un concurso de play back que fue otra vez una juerga. ¡Pues ahí que participaron Freedom Call haciendo de ellos mismos en play back!

La organización, como nos viene acostumbrando desde su comienzo, abrió el concurso de play back, este año con un medley de Judas Priest. Recreando la puesta en escena de los grandes, el Rob Halford donostiarra se paseó por el escenario sobre una moto de juguete arropado por el resto de la banda. Mayas de cuero, pelucas y guitarras de madera. Sonaron a cargo de todo aquel que quiso subir al escenario, Scorpions, AC/DC, Edguy, Freedom Call, los nacionales Zenobia (estarán en donostia el 2 de Abril) y Barricada, Queen con su desaparecido Freddy Mercury y, cómo no, el desaparecido DIO. Entrega de premios de manos de Chris Bay. Txapela y entradas al ganador, y entradas para el segundo y tercer puesto. Además se sorteó una guitarra eléctrica entre los asistentes.

Broche de oro para Fiesta Heavy donostiarra. El año que viene, la décima.

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