Fecha: 13-8-2009. Lugar: Sagüés. Interpretes: Alex Sardui (voz), Haimar Arejita (guitarra), Gaizka Salazar (batería), Mikel caballero (bajo). Asistencia: Tres cuartos de aforo.
Como Reincidentes días atrás, Gatibu eran también repetidores en Sagüés. En concreto, los de Gernika habían despachado su repertorio en la Aste Nagusia de 2005, al poco de publicar su segundo CD. Fue aquel un bolo un tanto negado, con lluvia y apagones, y con resultado ciertamente irregular.
Cuatro años después, el regreso de Gatibu a la explanada grosera ha debido de servir para cerrar viejas heridas y sacarse la espinita con una descarga sobria y madura, sin resquicios. Como en su tercer y último trabajo Laino guztien gainetik, sasi guztien azpitik, el cuarteto bizkaitarra suena también en su directo 2009 más sólido y rockero, menos acelerado y sin adornos ni extras de ningún tipo. Ni siquiera esas Albokas a las que antes recurrían. Directos y al grano.
Lo que no cambia en el esquema es su euskara cerradamente bizkaitarra, que definitivamente les hace en ese aspecto lingüístico diferentes y particulares, con textos amorosos, insinuantes y también reivindicativos. Acompañados en directo por un segundo guitarra que no fue presentado, pero bien acoplado al equipo Gatibu, los encabezados por el vocalista Alex Sardui sonaron perfectos; contundentes y nítidos. Con abundancia de enérgicos medios tiempos rockeros y la guitarra solista de Haimar Arejita mimando los matices, cuidando los detalles. Especialmente trabajados esos sentidos tramos intermedios instrumentales, dibujando líneas pausadas muy en la onda Extremoduro (Besoak zabalik, Hara honien). El hábil hacha se ha convertido en puntal del sonido del grupo y mano derecha de Sardui, poderoso en lo vocal y que como en tiempos de los desaparecidos Exkixu, es el principal foco de atención sobre el escenario, el showman que centra todas las miradas con su particular manera de moverse y bailar. ¿Pero alguien se imagina a estas alturas al televisivo Alex sin marcarse sus paseítos break dance? Sería como ver a Angus Young sin su disfraz de colegial.
El repertorio recordó sus tres discos publicados hasta la fecha, prestando especial atención a la nueva entrega. Abrieron con la exitosa Bang-bang txik-txiki bang-bang, y fueron cayendo después muchas nuevas composiciones (Ure dakar zeruek, Bizitzego gogoa, Nor zara zu?, Apirilaren 27, Pailazo, Eztanda egin arte,…), intercalas con material primerizo (Lorak eskeintzen, la jaleadísima Musturrek sartunde, Zoramena,…) y temas de su segundo trabajo (Gaur gure gaba da ta, Hara honien, la cañera Gerra gogoa, Besoak zabalik, la balada Gogoratzen zaitut, que enfrió algo el ambiente, Inpernuen ate joka,…), completando una descarga equilibrada, sin grandes altibajos en el cancionero, sin depender del single de turno, como ocurre con los grupos de consumo rápido. De hecho, el bis no fue una traca de éxitos pero contagió, desde la multicultural y relajada Egunon (con el colega Cristian al micro), que hizo menear caderas a gusto, a la nueva y directa Zeu, con Sardui besando y devolviendo al público las enseñas a favor de los presos que antes habían volado hasta el escenario. El éxito de Gatibu, ya como grupo de referencia en la escena rock euskaldun, parece merecido.
