Los arrasatearras Ekon vuelven de los infiernos. Superados los trances del cambio de vocalista y de sello discográfico, el fogoso octeto gipuzkoano regresa con su tercer CD Salatzen dut (Gor) y una decena de nuevos temas más intro que supera en todos los aspectos a su denso y algo decepcionante anterior álbum. Hay artillería pesada para quemar un pueblo entero (Hipokrisiaren maskarada, Jabearen ahotsa, Inperialismoak darrai o Sustraia), pero también cortes menos agresivos que transitan por caminos más novedosos y ambientales (BiruS.A, Eguzkia ezkutatzen denean,…). Un trabajo equilibrado, dinámico y directo. Nos reunimos con Yago, guitarra, Inés, voz, y Juanito Sangre, voz principal, que es quien responde la practica totalidad de nuestras inquietudes.
– Hacia tiempo que no se sabía nada sobre Ekon.
– El anterior disco salió a finales de 1999. Lo estuvimos presentando en directo hasta el verano del 2000 y luego vinieron los problemas; Ha habido cambios de formación, alguno traumático como el del cantante, y eso nos ha tenido parados, probando gente y tomando decisiones. Además nuestro método de trabajo a la hora de componer es lento y en general nos lo hemos tomado con calma, intentando hacer las cosas bien.
– Da la sensación de que con el primer disco funcionasteis mejor que con el segundo.
– Con el primero tocábamos en todos los sitios, gaztetxes, bares, …nos íbamos donde fuera, tocamos dos o incluso tres veces en algunas localidades. Fueron casi dos años sin parar de tocar. Con el segundo CD nos lo planteamos de otra manera, con más calma, porque Euskadi es muy pequeño y puedes quemar a la gente. Pillamos manager y seleccionamos mejor los conciertos. Con el primer trabajo a veces perdíamos dinero, o no ganábamos todo lo que deberíamos. Además pasamos de ser cinco a ocho y quieras que no te limita, necesitas escenarios más grandes.
– ¿Y de ventas?
– 6.000 con el primero y 4.000 del segundo. El sello adujo el bajón a la piratería, aunque nunca sabes si es que no ha gustado. De todas maneras lo de la piratería es un problema. Todos lo hemos hecho con cintas y tal, esta claro, pero grabarse un CD de un grupo local es una putada. La gente se tiene que concienciar que para un grupo local cada disco vendido puede significar que pueda volver a grabar otro en el futuro. En nuestro CD hemos incluido un sistema anti piratería.
– ¿Influyó el bajón de ventas del segundo CD para la marcha del cantante?
– No tuvo nada que ver. Tuvo que decidir entre el grupo y currar como programador en una productora de la ETB. Nos propuso bajar el nivel de festis, pero no lo veíamos viable. Cambiar de cantante es muy duro, porque es la imagen del grupo, pero no había otra elección. Probamos gente, pero el tema de los cantantes esta muy mal en Euskadi y al final decidimos que era mejor que fuera alguien de dentro del grupo, una cara conocida, y me puse yo (Juanito), que ya había hecho voces en los discos y en los conciertos. Mi puesto a la batería lo cubre ahora Heloy.
– Habéis cambiado de discográfica. De Mil A Gritos a Gor.
– Con Mil A Gritos teníamos contrato para un disco más. Les presentamos un proyecto con lo que queríamos para el nuevo disco en cuanto a estudio, producción, horas de grabación, promoción, que bajó con el segundo CD, etc.
Nos dijeron que no podía ser y no hubo ningún problema para que nos dieran la carta de libertad. Para ellos tampoco era plan tener a un grupo a disgusto. Fuimos a Gor con el mismo planteamiento y aceptaron.
– Y llega el nuevo disco.
– Sí. Es el más completo que hemos grabado, el que más se acerca a lo que queríamos que fuera. El primero fue un poco a lo loco y el segundo se nos fue de las manos. Este es más simple, directo y la electrónica esta mejor insertada, no tapa las canciones y matiza la música.
-¿Que tiene que no tuvieran los anteriores?
– Madurez. No queríamos repetir el error del segundo CD, en el que nos pudo la presión de las 6000 copias vendidas del primero. Queríamos hacer un super disco y nos salió demasiado complejo; las canciones daban mucha información y toda junta, eran muy largas y recargadas, con muchos desarrollos. No había buenas canciones para el directo, solo cachos concretos. El nuevo CD, como el primero, que era muy fiero, tiene mucho donde elegir para el directo.
– Quizá el primer bloque de canciones es muy de directo y el segundo, más experimental.
– Puede ser. Hay canciones en la que damos otro registro a las voces y en las que probamos cosas nuevas que sorprenderán.
– ¿Os vale la etiqueta de metal industrial?
– Es muy extensa. Como el heavy metal, en el que caben desde Judas Priest a Metallica. Unimos metal y electrónica.
– ¿Tendréis preparado algo nuevo para los conciertos?
– Si, pero es una sorpresa. Hemos probado durante dos días en la sala Jam el nuevo diseño de luces y otras cosas. Luego depende del sitio y las condiciones donde toques para que haya más o menos montaje.
– Desde el principio habéis cuidado mucho la imagen y el espectáculo de directo, algo inusual hasta hace bien poco en Euskadi.
– La empresa que nos proporciona la pirotecnia ya nos comenta que antes no iba ningún grupo y que desde que empezamos nosotros van muchos, sobre todo heavies. Nosotros siempre hemos sido unos pirómanos, nos encanta este rollo, aunque a veces te juegas el pellejo en el escenario. Pero no veo un concierto de Ekon sin fogonazos y tal, aunque es costoso y puedes hasta perder dinero. También nos gusta cuidar la imagen, ir todos vestidos iguales, como un equipo. Con el primer CD salíamos con fracs y el rito de vestirte antes del concierto era emocionante.
– ¿Qué pensáis de Rammstein?
– ¡Que tienen mucha pasta! Su concierto en Ilunbe en cuanto a espectáculo fue de 10. Como grupo, me parecieron un poco fríos, muy alemanes. ¿Si sacamos ideas de sus shows? Claro, aunque yo desde chaval me fijaba en Kiss o Iron Maiden.
– Otro aspecto que os distingue es el merchandising. Esta muy currado.
– Lo hace todo Iñigo, el bajista, que es un manitas. Intentamos que el diseño de los artículos sea innovador en la medida en que se pueda. Y que sea único, es decir, solo disponible a través nuestro. La verdad es que vendemos bastante.
Texto: Aitor Zubizarreta
