Considerado padre del surf rock, el guitarrista Dick Dale acumula ya más de medio siglo de andadura musical. Toda una leyenda, que pese a actuar en salas modestas, mantiene su alto estatus: al Doka llegó en un flamante Mercedes.
Con ambiente rockero clásico y buena entrada, el show arrancó con la guitarra del jefe sonando desde los camerinos, para pasearse después entre el público y subir a escena donde le esperaban bajista y batería, una base rítmica sólida y que no quitó ojo durante la hora y media de actuación al maestro. Dale, a pocas semanas de cumplir 73 años, se mantiene bien para su edad. Vestido de negro y con coleta, se mostró encantador y bromeó constantemente. Incluso cuando apagó el cigarro de un fan de primera fila porque el humo le molestaba, para regalarle después una púa. Buen cambio. Con su guitarra sigue siendo una fiera, punteando veloz o pellizcando las cuerdas sutilmente, siempre sonó cristalino y personal, con multitud de trucos sobre el mástil. Además, aunque el bolo fue sobre todo instrumental, también cantó, tocó la trompeta, sacó chispas a la armónica e hizo doblete con las baquetas, tocando la batería y ¡el bajo! Hubo repertorio ajeno (Deep Purple, The Ventures, Johnny Cash,…) y su imitado surf rock, que sonó de película, desde el “spaghetti western” de Riders in the Sky al desenfreno Tarantino con su “hit” Misirlou, tema central de Pulp Fiction. Y después, a firmar discos y fotos a los fans. Dale sigue en la cresta de la ola.
Fecha: 8 abril 2010. Lugar: Sala Doka, Donostia. Asistencia: unas 200 personas. Precio: 22/25 euros.