DEEP PURPLE. DONOSTIA 2003
Fecha: 26-10-03. Lugar: Velódromo de Anoeta, Donostia. Interpretes: Lilith, Deep Purple. Asistencia: unas 5.000 personas.
A la tercera, la vencida. Tras suspender años atrás dos conciertos en Donostia, los legendarios Deep Purple debutaron al fin en Anoeta en la fría noche del domingo. Lo peor fue que histórica cita con uno de los grupos madre del rock duro llegó un poco tarde en el tiempo y no pudimos disfrutar de la alineación de gala del quinteto británico, ahora sin los talentosos Ritchie Blackmore y John Lord.
Lo mejor, sin embargo, es que la veterana y numerosa (más de lo que cabría esperar) audiencia no se acordó de ellos en la hora y media que duró la descarga. Don Airey es un excelente teclista, con una experiencia acumulada de muchos años en bandas como Rainbow (donde coincidió con Blackmore) o Whitesnake. Y Steve Morse es un virtuoso de la guitarra que lleva ya cerca de ocho años con los Purple. Ambos convencieron, por supuesto clavando los clásicos del grupo, y aprovechando bien sus momentos de lucimiento personal. Lo mismo se puede decir de los tres Purple históricos que mantienen el grupo: Ian Paice (batería), Roger Glover (bajo) y Ian Gillan (voz) son viejos lobos y a estas alturas se las saben todas para mantener el nivel pese a que los años no pasan en balde. Sabios instrumentalmente, con mucha complicidad entre ellos y aún con imagen “hard rock”, todos salvo Gillan, que con un amplio pantalón ¿de chandal?, blusón (que luego cambiaría por un chaleco más llevadero) y ¡descalzo!, parecía más un abuelete recién levantado de la siesta que una estrella de rock. Como además tiene unos movimientos, saltitos y poses que son como un cruce entre Ozzy y Mr Bean, el vocalista es el anti frontman en persona. Pero estuvo simpático, agradecido, cantó fácil y acompañó con armónica y pandereta. Y su naturalidad incluso conjuga bien con un show a la vieja usanza. Arrancaron a pelo, simplemente ocupando sus puestos uno a uno y atacando ni más ni menos que Highway Star. Un inicio emocionante, con sonido impecable y buenas luces, que proseguiría con otro clásico, Woman from Tokyo. Se alternarían después hasta cinco sólidos temas del último CD (House of Pain, la bella balada Haunted, Silver Tongue,… ) con clásicos imperecederos de los 80 (Knocking at your Back Door), de los primeros 70 (Lazy, Space Truckin) o un tema instrumental muy progresivo, con un solo de Morse totalmente marciano. El del teclista Airey se convirtió en una fiesta; un medley que arrancó con Mr Crowley de Ozzy (al que acompaño durante años), picoteó en conocidas piezas de música clásica para cerrar majestuosamente con “La Guerra de las Galaxias” y dar pie a Perfect Strangers. Y seguida la inmortal Smoke on the Water, el riff más universal del rock y un estribillo cantado por todos. 33 años después el clásico por antonomasia de los Purple sigue siendo pura energía. Quedaba un espléndido bis con Hush y Black Night. El que tuvo, retuvo. Pero como serian hace 30 años…
Texto: Aitor Zubizarreta
