RAMMSTEIN PLAZA DE TOROS ILUNBE, DONOSTIA. 2001.
Fecha: 15-12-2001.
Lugar: Ilunbe, Donostia.
Interpretes: Clawfinger, Rammstein
Asistencia: Lleno, unas 10.500 personas.
Taquillaje agotado, buses organizados desde infinidad de ciudades, colapso circulatorio,… en definitiva, enorme expectación y el ambiente de las grandes ocasiones ante el debut de los alemanes Rammstein en Euskadi. También el frío quiso unirse a la fiesta con la noche más heladora del año en Donostia. Pero ni las condiciones climatológicas más adversas hubieran podido apagar los encendidos ánimos del variopinto y entregado público que llenó el recinto.
Los suecos rapmetaleros Clawfinger fueron los encargados de romper el hielo con un set muy bien aprovechado. De menos a más, para terminar la saltarina descarga a lo grande con The Truth y la exitosa Do What I Say. Mein Herz Brennt fué el tema que abrió el apabullante concierto de Rammstein. Escenario a dos niveles, con bajista, batería y teclista -sensacional por su simpatía toda la noche- en la tarima superior y el vocalista Till Lindemann, que lucía una espectacular cresta punk, flanqueado por la pareja de guitarristas en primera línea de escenario. Los seis de plateado uniforme galáctico, acorde a sus robóticos movimientos o a la media docena de “ovnis” que escondían parte de los focos. Links 2 3 4 eleva la temperatura al máximo con su ritmo de paso militar y los fogonazos y las explosiones aéreas acompañan a Sehnsucht. Al sexteto se le ve entregado, con pose hasta cuando no tocan sus instrumentos y se plantan inmóviles, de brazos cruzados, amenazantes hasta decir basta. Los golpes de efecto se suceden en cascada; guitarras en llamas, micros ardiendo, lanzallamas acoplados a las caras, amplis que explotan, petardazos y todo tipo de chisporroteos asombran a la entregada marea humana. Zwiter termina con el grandullón vocalista destrozando a golpes su pie de micro y todo el grupo ataca sin piedad la metálica Asche Zu Asche o la coreada Du Hast, con tres cohetes sobrevolando las cabezas del público para terminar explotando sobre la mesa de sonido. El único respiro llega con Mutter, para volver a la furia cañera de corte industrial con Buck Dich y su número sadomaso entre cantante y teclista.
El primer bis se inicia con Rammstein y el vocalista vistiendo un abrigo envuelto en fuego, para cerrar con la muy bien recibida Ich Will. Para el segundo bis se guardan otro as bajo la manga; uno de los guitarristas se juega el tipo dentro de una lancha neumática que es transportada por los brazos del público. Como broche final, la versión del Pet Semetary de Ramones, con Clawfinger al completo acompañando a los germanos en clave de fiesta. Punto final a una hora y 45 minutos de fuerza y espectáculo abrumador. Histórico.
Texto: AITOR ZUBIZARRETA
Que día más mágico fue!!!!!!!!