Los Norteamericanos BLACK TUSK vuelven de la mano de Relapse Records, con un impactante “Pillars of Ash”, nuevo disco con el que se echarán a la carretera durante varias semanas para presentarlo por todo Europa.
Dos años han transcurrido desde su último trabajo. El triste motivo de dicha latencia no es otro que el fallecimiento de su anterior bajista en un accidente de motocicleta al salir del estudio de grabación. Lo cierto es que donde otros hubieran finiquitado la banda al perder uno de sus miembros fundadores además de amigo de la infancia del resto de integrantes, BLACK TUSK decidió tirar de coraje, serenidad y seguir adelante con el proyecto. Aprovechando que las pistas de bajo y partes vocales correspondientes al fallecido Jonathan Athon estaban ya grabadas, se decidió suplir al difunto y continuar con la producción. El seleccionado para completar el trio junto a James May a la batería y Andrew Fidler a las guitarras fue el bajista Corey Barhosrst, ex KYLESA (grupo insignia de la escena Sludge).
BLACK TUSK hacen un Sludge Metal que ellos mismos definen como Swamp Metal. Definir un estilo musical es complicado, inventarse uno nuevo aún más. Haciendo un ejercicio de imaginación podríamos definir a BLACK TUSK como a un cruce entre MÖTORHEAD y SLAYER con toques muy hardcore, sludge y, ¡que cojones!, hasta Death Metal en alguno de los temas. El grupo llama la atención por el ritmo frenético que son capaces de transmitir en sus composiciones. Temas rápidos, incisivos y corrosivos forman el core del disco, que se compone de once canciones de alrededor de los 3 minutos de duración de media.
“Pillar of Ash” destaca por la variedad y alternancia de ritmos que se suceden a lo largo de los once temas. Las tres voces combinadas con dichos ritmos ayudan mucho a disfrutar del disco y esa sensación de encontrarnos ante un sólido bloque de cemento dificil de tragar y asimilar se diluye en la alternancia de estructuras. “Desolation in Endless Times” o “Bleed on Your knees” son un ejemplo perfecto de ello, es en estos dos temas donde la influencia de la banda de Mr Kilmister es más que notable.
Ya con “Born of Strife” la cosa va calentándose, y es quizá el tema más SLAYER del disco. Las voces de Athon (las más graves) cobran protagonismo y el pedal de la batería sube notablemente su número de revoluciones. Tras un desgarrador solo entra “Damned in the Ground” alcanzando ya el ecuador del disco sin haber dado siquiera un segundo de respiro. Como disparos de una escopeta de doble cañón se suceden los temas: Cortes como “Beyond the Divide” o “Still not well” ponen de manifiesto la rabia y la angustia que experimenta el grupo al verse prisioneros en un mundo que no desean, que no comprenden.
Es como si cada canción fuese un golpe directo a la pared que les retiene presos… En definitiva, en “Pilllars of Ash” la banda no ha cambiado la fórmula que les ha llevado al éxito si bien podemos percibir ciertos elementos de frescura aportados por la nueva incorporación. May no se ha limitado a reproducir lo que Athon dejó como legado, sino que lo ha ingerido para después regurgitado haciéndolo suyo.
No hay duda de que nos encontramos ante un disco poderoso debido a su calidad y el componente emocional que lleva vinculado. Quedará grabado a fuego en la memoria de todos los fans que la banda tiene distribuidos a lo largo y ancho del mundo, tiempo al tiempo (Texto: Daniel Pastor)
