HELLFEST OPEN AIR – 2013 – CLISSON -FRANCIA – 21/23 de junio
Llegó junio y de su mano los tan esperados festivales veraniegos de metal que, año tras año, congregan a miles de personas para gozar de las mejores bandas del planeta en unos días que suelen ser recordados durante mucho tiempo con especial cariño. Esta vez toca hablaros del Hellfest Open Air, que tras encadenar varios años ofreciendo carteles inmejorables, se ha convertido por derecho propio en uno de los eventos más relevantes a nivel mundial. Cabe destacar que el festival francés cuenta con seis escenarios especializados, es decir, divididos según los estilos (aunque siempre hay excepciones); algo que se estima muchísimo ya que en vez de apilar a todas las grandes bandas en los principales, uno puede gozar de grupos históricos en carpas más pequeñas. Así pues, exceptuando los dos Main Stage que intentaban englobar un poco de todos los estilos, se encontraban bajo la misma carpa el Altar (death metal) y el Temple (black metal), al lado el Valley (stoner, sludge) y por último, cerca de los escenarios principales pero en el otro extremo del festival, el Warzone (hardcore, punk).
VIERNES, 21
Aunque la fiesta invadió el Metal Corner desde el día anterior, las actuaciones oficiales no comenzaron hasta el viernes por la mañana. Los enmascarados thrashers suecos DR. LIVING DEAD fueron los primeros en subir al Main Stage 02 con sus canciones influidas por los sonidos clásicos del Bay Area. Le echaron muchas ganas pero sonaron descafeinados y no lograron motivar al público; buena muestra de ello fue la ausencia de pogos en las primeras filas. Además estuvieron parados durante varios minutos antes del último tema por problemas técnicos y esto cortó el ritmo del concierto completamente.
Todo lo contrario ocurrió con CAPTAIN CLEANOFF, que derrocharon energía por los cuatro costados con su desenfrenado grindcore. Los australianos estrenaron el Altar, donde se podía sacar provecho al montaje de luces desde la mañana y el sonido era mejor gracias a la carpa cubierta. Sembraron la locura entre los espectadores y seguro que convencieron a más de uno que no sabía de ellos hasta entonces.
Y vuelta a los escenarios principales para ver a los británicos SSS. No gozaron de buen sonido, con la guitarra prácticamente ausente al principio, aunque después remontaron el vuelo en este aspecto. Les faltó algo de movilidad sobre el escenario, aún más teniendo en cuenta el salvaje crossover que realizan, aunque acabaron motivando al público y se despidieron entre vítores.
Tras echar un vistazo al recinto y ubicar el resto de escenarios, zona de prensa, baños, puestos de comida/bebida… tocaba visitar el Valley por primera vez para ver a BERRI TXARRAK, grupo de casa que evidenció el ambiente euskaldun en el festival, con muchas ikurriñas e incluso alguna senyera catalana al aire. En cuanto a lo musical, aunque existía alguna esperanza de presenciar un set con temas más añejos de lo habitual al ser un festival metalero, los de Lekunberri no se desviaron de su actual tónica y ofrecieron una actuación basada mayormente en sus dos últimos discos.
De vuelta en el Main Stage 02 tuvo lugar uno de los primeros conciertos del festival que generó enormes expectativas entre los asistentes. VEKTOR se estrenaban en tierras europeas y la gente coreaba su nombre al unísono antes incluso de comenzar la actuación. El arranque no pudo ser mejor con la magistral “Cosmic Cortex” y la atronadora “Black Future”, y durante el resto del concierto siguieron mezclando las canciones de sus dos álbumes, en lo que fue toda una lección de calidad y originalidad con su propuesta de thrash old school junto a matices de black metal, ritmos progresivos y ambientaciones muy oscuras. Se hizo muy corto y, casi sin darnos cuenta, se despidieron con “Asteroid”. Sin duda alguna, fueron los grandes triunfadores de la jornada matinal.
Tras comer y volver a los conciertos, quedó claro que la sonorización no iba a ser igual que a la mañana. Si en los primeros conciertos generalmente la batería y las voces sobresalían por encima del resto mientras las guitarras se escuchaban muy bajas, a la tarde todo cambió. HEATHEN fue la primera banda en gozar de un sonido totalmente equilibrado y aunque al llegar al escenario ya habían desgranado la mitad de su repertorio, la épica “No Stone Unturned” de once minutos fue digna de presenciar, con la parte central a guitarras limpias adquiriendo además un aire especial gracias a la llovizna que comenzó justo en aquel momento. Finalizaron por todo lo alto con la clásica “Death By Hanging”, con el público volcado en los coros.
En el escenario principal contiguo se presentaron los incombustibles SAXON. Impresiona como han pasado casi cuatro décadas desde que comenzaron con la banda y siguen al pie del cañón, sacando discos cada dos años y dando conciertos sin cesar. Esta vez presentaban su flamante “Sacrifice”, comenzando la actuación con el tema que lo titula, aunque pasando rápidamente a clásicos como “Heavy Metal Thunder” o “Power And The Glory”. Podía haber sido un show memorable de no ser por que posteriormente divagaron con varios parones en los que Byford pedía al público de vuelta los gritos y melodías que realizaba sobre los golpes de bombo de la batería. De esta manera perdieron unos cuantos minutos que podían haber aprovechado para incluir unos cuantos clásicos más, aunque lo arreglaron al final con “Princess Of The Night” y “Wheels Of Steel”.
Seguidamente HELLYEAH asaltaron el Main Stage 02 cual apisonadora. Abrieron fuego como en su último álbum, con la bestial “War In Me” y un inmenso Vinnie Paul a las baquetas, solamente comparable a cómo sonó Mario Duplantier (Gojira) bajo su kit. El vocalista Chad Gray también salió a cien desde el primer segundo, metiéndose al público en el bolsillo al instante, aunque su voz fue decayendo y a mediados del show ya estaba al límite. No cantó varías estrofas y se quedó sin aliento más de una vez, ensombreciendo el concierto al completo. Lo mejor hubiera sido abandonar a la media hora para ir al Temple a ver a Aura Noir, de los cuales no se escucharon más que alabanzas durante el resto del fin de semana. Una pena.
Ahora sí, de vuelta en el Altar, BETWEEN THE BURIED AND ME ofrecieron un concierto sensacional. Aunque el sonido pudo ser mejor, todos los instrumentos se entendían con claridad y la perfecta ejecución de la banda al conjunto hizo que el público se rindiera a sus pies. Su death metal progresivo mezclado con melodías épicas y de mucho sentimiento fue todo un placer auditivo que rozó la perfección. No obstante, los estadounidenses llevaron a cabo una de las propuestas más diferentes a la línea general que prevalecería en el escenario durante los tres días de festival, y para los que no los conocían quizás no gustaron tanto, pero sus seguidores gozaron de lo lindo La excepcional “Lay Your Ghosts To Rest” y “Selkiess: The Endless Obsession”, con la cual cerraron su actuación, fueron los cortes a destacar.
Aunque la duda persistió hasta el último momento y la actuación de Absu comenzaría en cuestión de minutos en el Temple, a la hora de la verdad fue imposible renunciar a los maestros del thrash metal, TESTAMENT. Ofrecieron un show calcado al del Wacken del año pasado, con clásicos eternos como “Practice What You Preach”, “Into The Pit” y “Over The Wall” junto a temas más recientes como “More Than Meets The Eye” o el bombazo de su último álbum, “True American Hate”; aunque con un Chuck Billy más justo vocalmente. Su limitación, junto al bajo sonido de guitarras, fue el aspecto a mejorar, y si ya desde las primeras canciones llegaba forzado a muchos tonos, al final con “D.N.R.” incluso se perdió en medio de la canción. Quizás fuera por la mala sonorización dentro del escenario, pero lo cierto es que al final de su actuación no dejaron esa sensación de fervor a la que nos tienen acostumbrados.
Uno de los mayores dilemas de camino al festival era la elección entre Twisted Sister, Asphyx y Terror, momento en el que te gustaría dividirte en tres, y más aún siendo todas ellas bandas fundamentales en sus respectivos estilos, aunque finalmente y tras el encuentro con varios colegas, la decisión fue el cerveceo y el relax mientras TWISTED SISTER tocaban a lo lejos. La banda neoyorquina, con Dee Snider al frente, es tan emblemática que su sola presencia en el escenario arranca los aplausos del enfervorizado público. Con una gran actitud y mayores temazos desde la inicial “You Can’t Stop Rock ‘n’ Roll”, pasando por “The Kids Are Back”, “The Price” o “Burn In Hell” hasta llegar a las cotas más altas con “We’re Not Gonna Take It” y “I Wanna Rock”, ofrecieron una de las actuaciones más vibrantes del fin de semana. Con ellos, la fiesta esta asegurada.
Siguiendo en los escenarios principales, KREATOR arrasaron con todo. Los titanes del thrash germano gozaron de un gran sonido desde el principio con “Phantom Antichrist” y “From Flood Into Fire”, y aunque los años pasan para todos y Mille Petrozza también estuviera limitado vocalmente en algunos momentos, mantuvo el tipo ofreciendo una actuación llena de furia y agresividad. El cuarteto ha logrado mezclar muy bien su thrash primitivo de antaño con melodías más cuidadas y coreables, aunque el repertorio estuvo demasiado enfocado a sus últimos trabajos y se echó de menos algún clásico más, especialmente si tomamos en cuenta que se trataba de una actuación de festival. Llamó la atención que no interpretaran “Betrayer”, clásico entre los clásicos de la banda, aunque la intensidad de su descarga hizo el resto y dejaron al respetable con un muy buen sabor de boca.
Tras ver durante algunos minutos cómo Agnostic Front ponía el Warzone patas arriba, llegó la hora de cenar y descansar para la recta final del día, que comenzó con los legendarios AT THE GATES en el Altar. Las actuaciones del quinteto sueco siguen despertando enormes expectativas desde que volvieron a reunirse, lo cual quedó demostrado con el inmejorable ambiente que se respiraba entre el público. La banda hizo temblar la carpa con sus clásicos que redefinieron todo un estilo en los noventa, e incluso tuvieron un hueco para homenajear al recientemente fallecido guitarrista de Slayer, Jeff Hanneman, versionando el tema “Captor Of Sin”. Aunque el disfrute fue constante, el final con “Blinded By Fear” fue épico, realmente memorable.
Y para finalizar el día, NEUROSIS ofrecieron un señor conciertazo ante un Valley a rebosar. Su música de los te sumerge en un trance total, mediante el cual observas estupefacto como la banda ejecuta canciones tan extensas y de tantos pasajes diferentes a la perfección, como si avanzaran en un relato, pasando de secciones tranquilas a otras de gran intensidad, con sonidos muy tétricos y devastadores. A diferencia de otros conciertos presenciados durante el día en los que el headbanging y el mosh eran la tónica habitual entre el público, aquel fue un espectáculo para observar en su integridad y disfrutar de las interpretaciones y ambientaciones de la banda. Sin duda el mejor modo de irse a dormir.
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SÁBADO, 22
Tras los excesos del día anterior despertarse costó más de lo esperado, aunque también había que hacer compras de comida, bebida… y si a esto le sumamos que las bandas matinales no interesaban tanto como las del viernes, no acudimos a los conciertos hasta las cuatro de la tarde.
Otra de las cosas sin mencionar todavía es la nula seguridad en el acceso al festival. La entrada general al recinto era el único lugar donde te “registraban”, y es que en la mayoría de veces ni eso, te tocaban el torso y para dentro; algo a mejorar sin duda, ya que uno podía meter perfectamente cualquier cosa en los bolsillos y en un festival al que acuden 112.000 personal puede haber más de un descerebrado.
Al entrar al recinto, PARWAY DRIVE ya se encontraban atronando el Main Stage 02. Los vimos desde la distancia ya que a diferencia del viernes, esta vez había muchísimo más público y no era fácil avanzar hacia el escenario. Los australianos motivaron al inmenso gentío mediante sus vastos breakdowns y una puesta en escena muy enérgica, demostrando que dentro del metalcore también se pueden romper los cánones y realizar propuestas más originales. La demoledora base rítmica fue el aspecto a destacar de su directo.
Sin tiempo ni para tomar un respiro, DOWN asaltaban el escenario principal contiguo a ritmo de “Eyes Of The South” y “Witchripper”. Tener un frontman como Phil Anselmo siempre es un seguro de vida, ya que conduce el show a buen puerto bien abriéndose la cabeza con el micro o arengando constantemente al público. Y aunque todos le recordemos por Pantera ya lleva más de veinte años con la banda y es sin duda un gran reclamo del rock sureño, con enormes temazos que a pesar de mostrarnos a un vocalista muy desgarrado por momentos, aguantó el concierto entero adecuadamente. Con un sonido muy natural, similar al de su último EP, fueron ofreciendo joyas como “Lifer”, “Pillars Of Eternity” o las finales “Stone The Crow” y “Bury Me In Smoke”, con la cual Jason Newsted y la novia del mismo Phil fueron invitados al escenario relevando a los componentes de Down, que acabaron sin instrumentos saltando y cantando el final de la canción. Fue la primera de varias colaboraciones que acontecerían en el festival.
El Valley acogió a continuación el show de KARMA TO BURN, power trío instrumental de stoner que se quedó esta vez en dúo. Así nos explicamos sus recientes cancelaciones de fechas europeas, entre ellas el Kristonfest de Bilbao. La ausencia del bajo se notó, evidentemente, pero los dos miembros restantes se compenetraban de tal manera que por momentos hicieron olvidar ésto a muchos y recibir grandes ovaciones por su excelente ejecución.
ACCEPT era el siguiente destino en el Main Stage 01, aunque hubo un alto en el camino para ver el comienzo de Amorphis en el Altar. Los fineses se han alejado mucho de su death metal originario y dos canciones fueron suficientes para casi caer dormidos y proseguir hacia los escenarios principales. Los titanes del metal germano siguen muy en forma y buena muestra de ello fue la enorme actuación que ofrecieron, repleta de clásicos como “Restless And Wild”, “Princess Of The Dawn” o “Losers And Winners”, además de un espléndido Mike Tornillo al frente de la banda, muy seguro de lo que hacía. El fuerte viento fue el punto negativo del show, ya que les jugó una mala pasada durante toda su actuación, provocando que el sonido de las guitarras fuera muy irregular, pero su set repleto de clásicos puso a todos a saltar y cantar. El final con “Metal Heart”, “Teutonic Terror” y “Balls To The Wall” puso la guinda a su memorable actuación. Desgraciadamente, después nos enteramos de que hubo una canción más al final, nada más y nada menos que “Fast As A Shark” con Phil Anselmo como invitado especial a las voces.
La vuelta al Valley fue todo un acierto, ya que el concierto de RED FANG fue otro de los mejores del fin de semana. Los de Portland pusieron la carpa patas arriba con su stoner rock y no la tiraron abajo de milagro. El concierto fue una gran fiesta, jolgorio y canciones para saltar y mover la cabeza. Fue una pena abandonar el lugar a medio concierto, pero también había que ver algo de BELPHEGOR, que con su death clásico marcado por el black metal y una terrorífica puesta en escena, hicieron lo propio en el Temple. Atronador sonido y atronadora actuación.
Primera y única visita del día al Warzone para ver el comienzo de la actuación de CONVERGE, que arrancaba quince minutos antes del de ZZ Top. Con su actitud enfermiza y sonidos esquizofrénicos, incitaron a la locura colectiva y desataron el caos en las filas delanteras. Fue una locura controlada, ya que a pesar de transmitir la sensación de que cualquier miembro podía caer seco en el escenario en cualquier momento, controlaban cada segundo lo que estaban haciendo.
Poco después vuelta a los abarrotados escenarios principales para ver el recital de ZZ TOP. Los tres miembros de la banda superan los sesenta años pero no han perdido fuelle y ofrecieron un concierto excelente. Incluyeron una pantalla en la que proyectaban imágenes de sus videoclips y también varias chicas ligeras de ropa que distrajeron la atención de muchos espectadores, aunque la música de los de Texas fue la protagonista en todo momento. La mezcla del blues y el rock con su inconfundible toque sureño hacen que la banda posea un sonido muy característico. Todos gozaron con glorias pasadas como “Sharp Dressed Man” y “Legs” aunque el colofón final llegó con los himnos “La Grange” y “Tush”. Magníficos.
Llegó la hora de cenar, esta vez en el Kingdom Of Muscadet, bosque en el que podías descansar y llegar a un bar en el que se vendía el popular vino de la región. Y tras dar una vuelta por otros rincones del festival, era tiempo de abastecernos con más cerveza para ver a KISS.
Sin duda la banda más esperada del fin de semana, el frente del escenario se encontraba hasta los topes. El comienzo del concierto estuvo marcado por el mal sonido, o por lo menos desde nuestra ubicación, ya que las explosiones sonaban más que las propias guitarras. En consecuencia y valorando el hecho de que desde tan lejos no se podía apreciar el show debidamente y avanzar entre la gente era casi misión imposible, decidimos que no merecía la pena, siendo el Altar el próximo destino.
Allí se encontraban los pioneros del doom CANDLEMASS, actuando con un sonido muy potente y ante un público multitudinario, si se toma en cuenta que a esa misma hora actuaba la banda más popular de todo el festival. En cuanto a lo musical, podemos decir que el punto a resaltar en la banda es que a pesar de marcar la diferencia a principios de los ochenta con su distintivo estilo, han progresado en muchas direcciones y no se han limitado a realizar un doom lineal y repetitivo. Su gran presencia escénica jugó un papel fundamental en el devenir del show, ya que lograron que grupo y público fueran uno, pidiendo palmas y ánimos constantemente.
IMMORTAL fueron los siguientes en subir al Temple con sus características indumentarias y el estridente sonido de guitarra que llevan empleando desde siempre. El juego de luces también fue excelente, perfectamente sincronizado con los blast beats que se repetían por doquier, y la sola presencia de la banda en el escenario arrancó los gritos de toda la carpa al unísono; te dabas cuenta de que estabas presenciando a una banda histórica en todos los sentidos. Desde el comienzo con “Sons Of Northern Darkness” hasta el final con “One By One” realizaron un set repleto de las mejores canciones de la banda, de las cuales cabe destacar la épica “Withstand The Fall Of Time” que sonó a gloria absoluta.
Y para acabar el día qué mejor que los maestros del death metal MORBID ANGEL, con un sonido que dejó bastante que desear en la primera mitad del concierto y un público exhausto para aquel entonces, aunque, como siempre, ofreciendo una actuación sublime, temazo tras temazo. Además de las habituales “Immortal Rites”, “Fall From Grace”, “Rapture” y “Maze Of Torment”, también incluyeron “Day Of Suffering” y “Pain Divine”, antes del final con “Lord Of All Fevers And Plague” y “Chapel Of Ghouls”. Una pena que para cuando el sonido mejoró el concierto ya estaba llegando a su fin. Se hizo muy corto.
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DOMINGO, 23
Llegó el último día del festival y con el fin de aprovecharlo al máximo nos plantamos desde primera hora en el Temple para ver el recital de LEPROUS. Los cinco componentes que veríamos posteriormente con Ihsahn deleitaron a los madrugadores con su metal progresivo y ambientaciones melancólicas. Aunque, una vez más, el sonido pudo ser mejor, la interpretación fue prácticamente perfecta; a resaltar su sobresaliente cantante, que demostró una inmensa variedad de registros con un asombroso control sobre ellos.
A continuación HAEMORRHAGE, única banda española del festival, salió a por todas ante un Altar realmente motivado para ser las once de la mañana. Su show fue total, con piernas amputadas, cerebros y sangre por todos lados, además de los instrumentistas vestidos con batas de enfermería. Dieron buena muestra del gore-grind que practican y lograron crear varios pogos ante la insistencia del vocalista, que se defendió como pudo dirigiéndose al público en inglés.
Media hora de descanso para volver al Xtreme Market, el cual ostenta una impresionante variedad de discos, camisetas y todo tipo de accesorios que un fanático del metal pueda imaginarse. Después una breve vuelta por la zona de prensa, lugar donde se reunía toda la gente que acude al festival para cubrirlo desde diferentes puntos del planeta, y que contaba con todo tipo de comodidades para que cada cual pudiera realizar su trabajo, o simplemente, disfrutar de un ambiente más exclusivo; ya que varios de los músicos que actuaban ante la muchedumbre también se encontraban allí, dando ruedas de prensa o disfrutando de su rato libre.
Gracias a esta visita me enteré de que Clutch se había caído del cartel y en vez de ellos tocaban Down and special guests, lo cual sonaba realmente prometedor, aunque para esa hora la elección de Symphony X estaba más que zanjada.
Tras esto, primera visita del día a los escenarios principales para ver a PRONG. Ejecutaron un thrash metal melódico que recordaba a Annihilator por momentos, aunque más estándar que la propuesta de Jeff Waters y compañía. Aun así, los ritmos y breaks empleados fueron bastante originales y los solos cuidados con mimo, sonaron gloriosos.
Después vuelta al Altar para ver a los bestiales CRYPTOPSY, primer plato fuerte del día, ya habíamos dado buena fe de la apisonadora que siguen siendo en directo cuando pasaron por la Sala Sonora a finales de abril y esta vez tampoco defraudaron, desatando la locura absoluta entre el público. Su show desprendió intensidad de principio a fin, con un sonido aplastante y un frontman de mucha presencia. Fue curioso que se dirigieran al público en francés en algunos momentos y en otros en inglés, incluso en castellano puntualmente. Aunque ofrecieron un set bestial, “Graves Of The Fathers” y “Phobophile”, ambas del magistral “None So Vile”, fueron las más celebradas.
Tras almorzar y reponer fuerzas, vuelta al Temple para ver a IHSAHN. Con Leprous al completo como respaldo salió a escena el maestro del black metal, más conocido por ser el frontman y guitarrista de Emperor. Ahora realiza una propuesta más abierta, manteniendo los riffs infernales pero dejando espacio también para los pasajes más melódicos y convencionales. La variedad vocal es uno de los puntos fuertes de sus canciones, además de todos los matices que adquieren por la compleja instrumentación. Esto, no obstante, se volvió en su contra ya que les impidió sonar con claridad durante toda la actuación. Concierto para repetir en sala y con buena sonorización.
El Main Stage 01 acogía seguidamente a NEWSTED, curioso proyecto en solitario, ya que normalmente cosas así las suelen hacer músicos virtuosos (aunque siempre hay excepciones), capaces de acaparar toda la atención debido a su talento; lo cual mirado por un lado podía ser una oportunidad de oro para el eterno tapado de Metallica, pero nada más lejos de la realidad, la muestra de sus facultades compositivas está pasando por ahora con más pena que gloria. Los temas son excesivamente repetitivos, simples y aburridos, y desgraciadamente no parece que el estilo vaya a cambiar mucho con su larga duración, ya que los nuevos cortes que tocó van en la misma línea. “King Of The Underdogs” fue la única que se salvó, un auténtico temazo con pasajes diferentes, subidas y bajadas de intensidad… Ya podría hacer más de esos. Para colmo, y aunque era de esperar, concluyó la actuación con la mítica “Whiplash” de Metallica, con la cual el público se volvió literalmente loco; una clara muestra de que le costará, y mucho, dejar a un lado su pasado.
Siguiendo en los escenarios principales tocaba ver a VOIVOD. Los canadienses ofrecieron un concierto memorable de principio a fin, de lo mejorcito del festival sin duda. Comenzaron con el sonido poco claro por el viento, pero una vez estabilizado hicieron gozar al respetable de lo lindo. Su originalidad está fuera de toda duda, y partiendo del thrash metal clásico ofrecen todo tipo de variedad en progresiones y melodías, tanto vocales como instrumentales. Hicieron suyo el escenario y se desenvolvieron como peces en el agua, a destacar la brillantez de la gran “Ripping Headaches” o las más recientes “Mechanical Mind” y “Kluskap O’Kom”, de su último trabajo “Target Earth”. La doble colaboración, primero con Phil Anselmo a las voces en la versión “Astronomy Domine” de Pink Floyd y finalmente con Jason Newsted al bajo en “Voivod” puso el broche final a una actuación que se quedará en el recuerdo de los allí presentes para mucho tiempo.
Los siguientes en asaltar el Main Stage 01 fueron GOJIRA. Se notó que jugaban en casa desde el primer segundo, ya que fueron la banda que más público congregó aquel día junto a Volbeat. Saltaron a las tablas con mucha confianza y que Joe gritara “Hellfest!” fue suficiente para que la gente se viniera arriba. Gozaron de un excelente sonido desde el principio, con un Mario monstruoso, sonando como un tanque a la batería; y es que sin querer, sobresale por encima del resto. Sorprendió que Joe estuviera un poco justo de voz, ya que el cuarteto nos tienen acostumbrados a la perfección absoluta, aunque no hizo el ridículo como otros vocalistas en días anteriores y aguantó la actuación entera perfectamente. Interpretaron muchos temas viejos como “Where Dragons Dwell”, “Fire Is Everything” y “Wisdom Comes”, con la cual desataron un apoteósico wall of death; además de la hipnotizante “Remembrance” o las nuevas joyas “Explosia” y “L ‘Enfant Sauvage”. Dejaron al público muy satisfecho pero también con ganas de más, y se echaron de menos muchos otros temazos; muestra de la enorme banda en la que se han convertido los de Baiona.
Al acabar la actuación dijeron algo por los altavoces en francés, de lo cual solo pudimos distinguir: Danzing y Ghost. Este es otro de los aspectos negativos del festival, ya que la confusión reinó entre los que desconocían el idioma, y si no fuera porque nos enteramos posteriormente en la zona de prensa, el intercambio del horario en las actuaciones de estas dos bandas hubiera pasado desapercibido para nosotros.
Como venía siendo habitual, una vez más, al principio del concierto de SYMPHONY X la ausencia de guitarra fue evidente, aunque a diferencia de cualquier otro grupo, después experimentaron una subida de volumen brutal, incluso excesivo. Las teclas también estuvieron desequilibradas durante toda la actuación, subiendo y bajando de volumen sin ningún criterio. Eso si, la interpretación de la banda al conjunto fue de diez, incluso calcaron los coros orquestales de “Of Sins And Shadows”, sin duda uno de los momentos memorables junto a “Sea Of Lies”, aunque las canciones más recientes también fueron cuidadosamente escogidas, logrando un balance acertado entre las diferentes épocas de la banda. A pesar de que todos los componentes se lucieron en sus respectivas labores, cabe resaltar el impresionante vozarrón de Russel Allen; eso es un cantante y lo de más son tonterías.
Aunque para aquel entonces el cuerpo ya estaba muy desgastado, tras cenar y descansar durante un rato, había que volver al Altar para despedir el festival debidamente. HIPOCRISY se marcaron otra de las actuaciones estelares del fin de semana. Brillaron desde el comienzo con la épica “End Of Disclosure”, mediante la cual demuestran que siguen al pie del cañón, sin perder ese sonido que los caracteriza. Si no lo es ya, seguro que se convertirá pronto en uno de los himnos de la banda. El sonido fue atronador desde el principio y la actuación sublime, equiparable a la de At The Gates, en lo que a las sensaciones transmitidas se refiere. “Fractured Millenium”, “Fire In The Sky”, “Necronomicon”… sus grandes cortes se sucedían uno tras otro y el público disfrutaba de lo lindo. El final con “Roswell 47” y “Eraser” no pudo ser mejor; otra de esas actuaciones para la posteridad.
A pesar de tantear por momentos la opción de ver el comienzo de Cradle Of Filth, la decisión fue ir al principal a presenciar la segunda mitad de la actuación de VOLBEAT, que aunque no sean de mi agrado seguro que ofrecerían un show mucho mejor que Dani Filth y compañía. Nuestra llegada coincidió con el medley que se marcaron de “Breaking The Law” y “Raining Blood”, aunque al pasar a sus temas me dejaron tal cual. Será algo personal pero son una banda que no acaba de gustarme, aunque claramente sí que son del agrado de una gran multitud, no había más que ver cómo triunfaron, sonido impecable y lleno hasta la bandera.
Pero si todavía seguía de pie frente al escenario era por GHOST. El concierto de aquella noche se convirtió en un gran reto para la banda tras el cambio al escenario principal a ultima hora, adquiriendo así una dimensión mucho mayor. Pero claro, como era de esperar, triunfaron igualmente. Uno tras otro, encadenaron los mayores hits de sus dos discos, y el público tan a gusto, cantándolas íntegramente. Resulta espectacular la popularidad que la banda ha adquirido con tan solo dos álbumes de estudio, y es que su propuesta es simple pero efectiva. Toques del rock setentero con muchas melodías y un aura muy oscuro conforman las bases del éxito de la misteriosa banda enmascarada.
Aunque no todo podía ser perfecto y tras gozar de diez maravillosos temas, al comienzo de “Genesis” el sonido se esfumó del escenario, momento idóneo para moverse al Altar y presenciar los últimos veinte minutos de los maestros del grind NAPALM DEATH. Tocar en una carpa cubierta favoreció su sonido, que era muy definido para entonces y la conexión banda-público también fue mucho más cercana. Sus seguidores, como se podía esperar, enfervorizados para entonces, no pararon de moverse en cortes como “The Kill”, “Protection Racket” o la final “Siege Of Power”, con la banda sudando la gota gorda para cerrar la fiesta por todo lo alto.
Con un poco de tristeza por que llegaba a su fin aunque orgulloso por una nueva demostración de la grandeza del metal concluyó el Hellfest 2013 para mí. Todavía quedaba un largo camino de vuelta a casa y muchas horas para recuperar el sueño perdido, aunque observar conciertos del más alto nivel durante tres días consecutivos en las mejores de las compañías y con el buen tiempo que permitió disfrutar de todo aquello debidamente no tiene precio. El año que viene más, aunque mejor será difícil. ¡¡HELLFEST!!
Texto: Mikel Yarza
Fotos: Iñigo Malvido