ENTREVISTA A RULO
El Teatro Principal donostiarra se llenará mañana hasta los topes (las entradas están agotadas) para ver el primer concierto de la gira por teatros de Rulo & La Contrabanda. El propio Rulo nos pone al día en una charla en la que repasamos su pasado, presente y futuro.
– Gira de teatros. ¡Como Rosendo!
– Afortunadamente ya no es noticia que una banda de rock and roll toque en un teatro. Yo ya lo hice en una gira con mi anterior banda, y a raíz de esa experiencia me di cuenta de lo que me gusta este formato.
-¿Qué buscáis con este cambio de recintos de rock o al aire libre por auditorios?
– El no estar parados ni un rato. Con este disco hemos dado 59 conciertos entre Mexico y España y 21 firmas de discos con mini-acústico. Y nos apetecía cerrar una gira especial de una manera diferente. Demostrando que esta banda se sabe desdoblar. Sabemos ser lija (eléctricos) y algodón (acústicos).
-¿Adaptáis el repertorio o la banda para la ocasión?
– Sí. Hay instrumentos que no usamos en formato eléctrico: piano, percusión, acordeón, banjo, lap steel, mandolina, mandola… Algunas canciones mutan bastante de su versión original. Contamos con dos actores de Coroccotta Teatro que le dan el toque teatral al asunto. También terminamos actuando nosotros… Hasta aquí puedo leer (je,je).
– ¿Se te hará raro ver a la gente sentada? ¿Impone más?
– La primera vez que lo hice en mi vida, hace 5 años, me quedé acongojado porque los silencios que se crean en un teatro son brutales. Impone más, pero me encanta jugar con ellos. Le hablas a la gente de otra manera, le explicas cosas que tienen que ver con el nacimiento de las canciones. Es muy diferente a los conciertos eléctricos. Si siempre haces lo mismo es tedioso y aburrido.
– Tu último concierto en Donostia no fue precisamente cercano. ¿Cómo fue abrir para Bon Jovi delante de casi 40.000 personas?
– Bueno, eso fue un conato de concierto. Fueron 10 temas delante de una banda gigante. Una oportunidad de oro para dar a conocer un proyecto y un nombre nuevo. Es un gran reto porque estás en un lugar que no es tu hábitat. Esos retos me gustan. “Enfrententarte” a un público que no es el tuyo.
– ¿Tuviste algún contacto con Bon Jovi o su banda?
– Algunos de la Contrabanda estuvieron con ellos charlando, salvo con Jon que llegó 5 minutos antes de subir a cantar. No pasa ni por camerino. Pero Sambora y la banda estaban allí desde las 7 de la tarde y se portaron genial con nosotros.
– ¿Con que te quedas de aquel día?
– Con que cantaba nuestras canciones más gente de la que esperábamos, y con que tocar para tanta peña, aunque no sea tu público, no me lo hubiera imaginado hace 18 años cuando tocaba en mi barrio con otro amigo.
– Para algún despistado que no conozca tu debut, ¿En que se diferencia con tu pasado en La Fuga?
– Pues no se expresarlo muy bien. Siempre analiza mejor la prensa desde fuera que yo desde dentro. Creo que hay más matices en lo musical ya que los nuevos músicos que me acompañan le dan un color diferente a las canciones que suenan un poco más yankees que en la etapa anterior, aunque en esencia tampoco es algo muy diferente porque el compositor y la voz no han cambiado.
– En general parece algo más suave de lo que hacías antes.
– Es difícil hacer lo mismo con 33 años que con 18. Con los años te sacudes complejos, que como compositor te abre mil puertas. Creo que sigo el proceso que me llevará a tocar en garitos solo con la guitarra acústica dentro de 20 años, siempre que la salud y otras inclemencias me respeten.
– Las separaciones nunca son fáciles. Pasado ya un tiempo, ¿Cómo están las cosas con tus ex compañeros?
– Fito Garmendia, que es con el que fundé mi anterior banda, está a mi vera en este nuevo caminar musical. Y con los otros dos no tengo contacto, ni siquiera visual, ya que no viven en Reinosa. La ruptura de relaciones siempre es dura, pero siempre es para mejor. Como en una pareja sentimental, no se puede estar a disgusto en una banda solo porque estás llenando el Palacio de los Deportes de Madrid.
– ¿Te ha tocado lidiar con algún fan mosqueado porque dejaras a La Fuga?
– Pensaba que me iba a caer una gorda, pero no. He hecho 21 firmas de discos y la gente me ha sorprendido. Parecía que este proyecto llevara un tiempo ya asentado, y era algo nuevo.
– Tu trayectoria se va pareciendo a la de Fito Cabrales. Él dejó a Platero y Tú y finalmente le llegó el éxito masivo…
– Tiene algún punto en común, aunque esto del grupo que no se llevan y el cantante se va en solitario es muy viejo. Hombre, yo no soy masivo. No toco en sitios tan grandes como cuando deje mi anterior banda. Pero vuelvo a decir que no sirve de nada que vaya a verte mucha gente sino eres feliz con la gente con la que tocas cada noche.
– Ahora que vas por libre, ¿Ventajas y desventajas?
– Desventajas: pocas, tal vez que tienes más curro porque no se reparten las tareas, aunque estoy muy rodeado de amigos en los que aprendí a delegar.
Ventajas: libertad creativa absoluta, y sobre todo no tener que hacer una asamblea hasta para ver de que color es la nueva pegatina.
– ¿Estas pensando ya en el segundo disco? ¿Habrá cambios?
– El 12 de mayo tocamos en Londres (en eléctrico) y la semana siguiente entramos a grabar el segundo disco. Ya tenemos maquetadas las canciones que irán, salvo canción de última hora. La idea es no tocar este verano, para grabarlo tranquilamente y para desaparecer un poco. Haremos en septiembre alguna escapada a Sudamérica y volveremos por aquí a final de año con las canciones nuevas. Novedades sonoras pueden ser una canción fronteriza (El vals del adiós) y un blues “rulerizado” (Mi pequeña cicatriz). Y luego, unos cuantos rocanrroles. La intención es que ninguna de las 11 canciones sean parecidas entre si, aunque no siempre se consigue.
Texto: Aitor Zubizarreta